«A nivel profundo, (el Iaido) es el arte de vencer y enfrentar lo desconocido, descargar toda la energía para vencer a los enemigos interiores del ser.”
Jorge Polo
Sensei.
El silencio, como factor primordial para la conexión del cuerpo con el alma, la concentración, como nexo por el cual se ingresa a ese mundo para vencer los temores del ser y descubrirse a sí mismo, son los preceptos del Iaido, que es un arte marcial japonés, donde el objetivo primordial es cortar todo lo que nos impide progresar a través de “cortes con la espada”.
“El Iaido es un arte marcial que significa, literalmente, el camino para alcanzar la unidad del ser. Es un proceso muy filosófico y de disciplina mental, pero claro que nos ocupamos de una parte física, de una parte gimnástica, que es el uso de la espada y del manejo del cuerpo, pero en sí es una forma de meditación del budismo sen”, manifestó Jorge Polo, quien es director de la Asociación Ecuatoriana de Iaido.
El utilizar espadas puede causar asombro para quienes intentarán incursionar en este arte, que también se lo conoce como desenvainar la espada, pero el sensei explicó que va más allá del ámbito de combatir, pues se llega a comprender tres mundos, como el biológico, psicológico y espiritual.
“A nivel psicológico se dice que es la calma en acción. A nivel profundo es el arte de vencer y enfrentar lo desconocido, descargar toda la energía para vencer a los enemigos interiores del ser”, refirió Jorge, mientras observaba a sus alumnos practicar en el dojo de Mundo Juvenil.
En las clases, el sensei demuestra a sus educandos la forma correcta de posicionarse en el dojo, que es con la planta del pie derecho asentada firmemente y con la rodilla inclinada, de la pierna izquierda, sin que ésta esté en contacto con el piso.
“Hacemos una práctica a la semana y mandamos tarea a la casa. Esto es una práctica de meditación, el tema colectivo te sintoniza con tus compañeros, pero es una préctica que cada uno está en los suyo”, refirió.
Quién puede practicarlo
Al ser un arte marcial donde la esencia es profundamente espiritual, la edad más recomendable es para jóvenes desde los 14 años de edad y no tiene un límite establecido.
“Necesitamos un poco de madurez mental. El Iaido no es un spa, esto es un ejercicio de esfuerzo sostenido. Te puede llevar toda la vida dominarte a ti mismo, pero con intencionalidad positiva te sirve, esto es un trabajo de largo aliento”, expresó Polo, quien representa al Ecuador en varios de los eventos internacionales de esta disciplina.
Fundamental la vestimenta
Antes de ingresar al dojo, el sensei Polo realizó un acto de ceremonialidad, en el cual muestra su profundo respeto hacia la espada. Sus alumnos asisten con su cabeza, que sobresale, pues el cuerpo esta bajo una vestimenta semejante a un samurai.
“Es la vestimenta de diario del samurái y fue convirtiéndose en un distintivo de nobleza de la casta guerrera. Las siete virtudes del bushido fueron incluidas en estos pliegues. Además tiene un nudo en el vientre, donde se unen las energías del cielo y la tierra”, detalló.
La espada se adquiere con la práctica
En las reuniones donde se practica el Iaido, los estudiantes que ingresan simulan los ejercicios del sensei, quien posee una espada, que no tiene filo, y realiza ejercicios específicos para cultivar el espíritu. A los alumnos nuevos, les entrega una espada de madera para que se familiaricen con el instrumento.
“A los principiantes se les entrega un bokken (espada de madera) por motivos de seguridad y empieza a luchar contra los enemigos imaginarios”, dijo Polo.
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